La obtención vegetal de nuevas variedades de cereal tiene como pilar fundamental el incremento de los rendimientos económicos del cultivo. Es decir, de la mano de la mejora génica crear variedades más productivas y resistentes.

Para ello, tal y como cuentan en Agrodigital.com, durante las últimas décadas, el obtentor vegetal ha centrado gran parte de su esfuerzo en el desarrollo de nuevas variedades que, además de producir más granos y espigas, sean más resistentes a las plagas. De esta manera, intentan que el agricultor tenga un ahorro económico significativo.

Ahora, el campo español se enfrenta a un nuevo reto “el cambio climático”. Un reto tanto para el agricultor como para el obtentor que trabaja para crear variedades que se adapten a las condiciones climatológicas cambiantes.

Precipitaciones cada vez más inestables, incrementos de periodos de sequía, aumento de las temperaturas y de los días que hay golpes de calor… un clima cambiante que va a continuar afectando a las zonas agroclimáticas de España.

El incremento de temperaturas y el estrés hídrico son un factor limitante en el rendimiento final que obtiene el agricultor. Por tanto, ambos factores, son un criterio principal de selección en los programas de desarrollo de variedades.

La industria de la obtención vegetal está trabajando en materiales que aporten al agricultor un índice mayor de cosecha y una serie de mecanismos de adaptación ante el estrés hídrico y las altas temperaturas.

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